No hay forma de escuchar la palabra “México” sin que se piense en la bebida más representativa de nuestra cultura: el maravilloso tequila, néctar de los Dioses e hijo del Maguey. Primero que nada, hay que saber que el tequila tiene tres presentaciones: el blanco, el reposado y el añejo, diferenciados, entre otras cosas, por su tiempo de maduración. Para hacer una cata correcta debes tener en cuenta cuatro cosas: cuerpo, aroma, sabor, y color.